La era de la virtualización está terminando, y la era de OpenShift ha comenzado.

Charlábamos con un colega sobre las tendencias tecnológicas actuales y, entre risas, me dijo: ¿Has notado que todas las organizaciones están utilizando o migrando a OpenShift?” Sin pensarlo dos veces respondí: “La era de la virtualización está terminando, y la era de OpenShift ha comenzado” recordando la mítica frase de la película El Señor de los Anillos: «La era de los hombres está terminando. El tiempo del orco ha comenzado.”

No quiero decir que OpenShift sea un orco 😅. Pero ¿por qué nació esta frase comparativa en mi cabeza? Porque, como en toda gran historia, los cambios no ocurren de la noche a la mañana. OpenShift no apareció repentinamente en escena. Su ascenso es el resultado de una serie de factores que han preparado el terreno y marcado el inicio de una nueva era tecnológica.

La virtualización tradicional

Durante años, VMware dominó el campo de la virtualización casi sin competencia. Sin embargo, con su venta a Broadcom, muchas organizaciones comenzaron a replantearse su dependencia. En ese momento surgieron alternativas viables como Proxmox u OpenStack, pero OpenShift dio un paso más allá, logró unir lo mejor de ambos mundos: la virtualización tradicional y la contenerización.

Hoy, OpenShift convive con máquinas virtuales gracias a su integración con OpenStack, permitiendo un entorno híbrido que combina la flexibilidad de la contenerización con la robustez de la virtualización tradicional.

DevOps y la automatización

Otro de los factores clave ha sido la madurez del enfoque DevOps. OpenShift facilita la creación de entornos automáticos y reproducibles mediante pipelines de CI/CD, lo que lo convierte en una herramienta esencial para equipos que buscan velocidad, escalabilidad y control en sus despliegues.

La posibilidad de gestionar desde un mismo entorno todo el ciclo de vida de una aplicación desde el desarrollo hasta la producción ha hecho que OpenShift sea más que una plataforma: una estrategia completa de modernización.

El nuevo estándar que impulsa a las organizaciones

Hoy no es casualidad que cada vez más organizaciones estén adoptando OpenShift. Las decisiones tecnológicas ya no se toman solo desde la dirección: las áreas de IT tienen voz y voto, y somos nosotros, los profesionales del sector, quienes identificamos qué funciona, qué acelera los procesos y qué se integra mejor en el ecosistema tecnológico actual. En este sentido, OpenShift se ha ganado su lugar.

Entonces…

Podríamos decir que la era de la virtualización está llegando a su fin, y la era de OpenShift ha comenzado?. Una era donde la automatización, la eficiencia y la integración son los verdaderos anillos de poder que impulsan a las organizaciones hacia la modernización.

Y como diría Sam a Frodo en uno de los momentos más memorables de la trilogía: “No puedo llevar el anillo por ti… pero puedo llevarte.” Así también, no todas las plataformas tecnológicas pueden resolverlo todo por nosotros, pero OpenShift puede llevarnos más lejos.

¿Tu organización ya inició el camino hacia OpenShift? Cuéntame tu experiencia: ¿aún sigues con VMware, estás probando alternativas o ya diste el salto hacia la contenerización?